martes, 9 de octubre de 2012

Nuevo saqueo al patrimonio histórico


Martes 9 de octubre de 2012

Mutilaron el complejo de puentes construido a 50 kilómetros de Bahia Blanca por el ferrocarril francés Rosario-Puerto Belgrano.

SE TRATA DE UN BIEN CULTURAL PROTEGIDO POR LEY

ADRIAN LUCIANI aluciani@lanueva.com.ar. Mutilaron el complejo de puentes construido a 50 kilómetros Bahia Blanca por el ferrocarril francés Rosario-Puerto Belgrano. El tramo faltante habría sido llevado a la ciudad de Rosario por la empresa FerroExpreso Pampeano.

Foto: Crónica Ferroviaria (Taringa).

Otro inexplicable saqueo acaba de sufrir el patrimonio histórico local y regional con la mutilación del complejo de siete puentes ferroviarios levantados hace más de 100 años sobre el río Sauce Grande, a la altura de la estación Paso Mayor.

Según pudo constatar este diario, manos anónimas y dotadas de pesadas maquinarias, retiraron uno de los puentes construidos en 1909 por el ferrocarril de capitales franceses Rosario-Puerto Belgrano, pese a la flamante ley provincial que lo preserva dado su valor arquitectónico y cultural.

Hasta ahora todas las sospechas recaen sobre FerroExpreso Pampeano, que en 1991 recibió en concesión dicho ramal, por 30 años.

Si bien por el feriado de la víspera resultaron infructuosos los intentos realizados desde esta redacción para tomar contacto con personal directivo de la firma, aparentemente la estructura metálica habría sido trasladada hasta Rosario para reemplazar otra similar que el pasado domingo 2 de septiembre fue dañada por un camión.

Las mismas fuentes señalaron que sería intención de FerroExpreso Pampeano retirar los otros seis tramos que conforman el histórico complejo ferroviario para emplearlos en el futuro ramal de la empresa Vale, desde el sur de Mendoza hasta el puerto de Ingeniero White.

"No se sabe aún si se van a colocar sobre algunos tramos viales en Bahía Blanca, para no entorpecer el paso vehicular, o serán llevados al sur del país", dijeron.

En caso de completarse el retiro de los puentes remanentes, la pérdida alcanzaría una importancia similar a la que supuso el incendio de la estación ferroviaria de Ingeniero White o el desmantelamiento de los antiguos talleres del ferrocarril Bahía Blanca-Noroeste, cuyas ausencias aún sigue lamentando la ciudad.

Se trata de un bien único por su tipo en la región y su fama concita el interés de numerosos amantes de los ferrocarriles que desde distantes puntos del país suelen acercarse para tomar fotografías.

La pérdida ya habría motivado presentaciones ante la Administración de Inmuebles Ferroviarios (ADIF) y ante las autoridades provinciales por parte de personas y entidades vinculadas a la preservación de este tipo de bienes.

Una obra colosal.

De color plateado, el complejo de puentes está compuesto por seis tramos de hierro estilo jaula y uno abierto (el ahora faltante), que en su conjunto abarcaban 266 metros de longitud.

Formaba parte del ferrocarril Rosario-Puerto Belgrano (R-PB), empresa de capitales franceses que arribó por primera vez a la estación Almirante Solier, en Punta Alta, el 17 de diciembre de 1910 y en marzo de 1922 a Bahía Blanca.

Sus imponentes dimensiones no resultan casuales, ya que responden a estudios hidrológicos y obedecen a la necesidad de afrontar crecidas importantes de dicho curso de agua o inundaciones de carácter centenario.

A lo largo de sus 800 kilómetros, el ramal, en esta zona desafectado hace 34 años, permitió la salida al mar de una amplia zona productiva y fundar pueblos en torno de su medio centenar de estaciones intermedias.

El R-PB se destaca por su origen mismo, ya que su construcción fue fruto de un cambio en la relación existente a comienzos del siglo último entre la empresariado agropecuario nacional y el capital inglés.

Las crónicas periodísticas de la época sostienen que al estar por entonces los ferrocarriles en manos británicas, estos aumentaban a voluntad el precio de los fletes y se tornaba necesario abrir el juego a otros capitales, para generar cierta competencia.

     De esta forma, en 1906, vio la luz la Compañía del Ferrocarril Rosario-Puerto Belgrano y dos años después comenzó el tendido de los rieles en sentido norte-sur, atravesando los principales ramales que, en forma radial (con centro en Buenos Aires), habían levantado los ingleses.

Esa particular trama férrea hizo que el R-PB exigiera costosas obras de ingeniería; sobre todo, numerosos puentes destinados a cruzar las vías existentes y salvar no pocos escollos topográficos.

La línea fue inaugurada de forma condicional en diciembre de 1910 y de manera definitiva en 1912.

Pese a la inversión realizada, el R-PB nunca pudo revertir un déficit crónico, como consecuencia de la zona de agricultura marginal que cubría; salvo el tramo entre Rosario y San Gregorio (provincia de Santa Fe).

A esto se sumó la dura competencia inglesa en materia de tarifas y las demoras en el desarrollo de su puerto en Arroyo Parejas.

     Fue en la década del 20 cuando el directorio de la compañía tomó la decisión de gerenciar las obras portuarias y prolongar sus vías hasta Bahía Blanca, todo esto con miras a incentivar el tráfico de cargas y de pasajeros, algo que le permitió sobrevivir hasta la nacionalización dispuesta por el gobierno de Juan Domingo Perón.

Sus cabeceras (estaciones Rosario y Bahía Blanca) también siguen en pie. La primera, como dependencia universitaria, y la segunda, luego de varias décadas funcionando como terminal de ómnibus, ahora convertida en un centro de gestión municipal, tras una valorable restauración.


"Pediré su restitución"

"Estos muchachos hacen lo que se les da la gana con el patrimonio y no puede ser", sostuvo ayer el exsenador del GEN, Roberto Molini, al responsabilizar a FerroExpreso Pampeano por la mutilación de la estructura.

Molini dijo que hoy tratará de tomar contacto con directivos de la empresa para comunicarles que dicho bien cultural se encuentra protegido por una ley provincial de su autoría y que debe ser restituido.

"Hay normas que desoyen porque primero debieron consultar si podían trasladarlo o no. FerroExpreso no es dueño del patrimonio ni de todo lo que está en el tramo de rieles entre Rosario y Puerto Belgrano, sino un simple concesionario.

"Mañana --agregó-- hablaré con ellos, veremos si puedo ser atendido. La ley se terminó de votar el miércoles pasado en Diputados, pero ya tenía media sanción en el Senado desde hace más de un año, entonces, quiere decir que no es algo nuevo como para desconocer".

http://www.lanueva.com/edicion_impresa/nota/9/10/2012/ca9094.html

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